El lenguaje de la Administración

1.- INTRODUCCIÓN
  1. Concepto
    Es el utilizado en textos que regulan la vida social y gestionan el bien común.

  2. Ámbitos de empleo
    Se usa en todos los escritos y documentos vinculados a las Administraciones públicas (estatal, autonómica y local), estructuradas en los tres poderes independientes:

    • Poder legislativo: Parlamento, leyes (Constitución), decretos, órdenes,...

    • Poder judicial: Tribunales, sentencias, demandas,...

    • Poder ejecutivo: Administración, instancias, oficios,...

  3. Tipos de documentos
    1º) Preceptos fundamentales: Constitución, códigos, estatutos de autonomía.

    2º) Escritos y disposiciones relacionadas con la administración del Estado:

    • Disposiciones legales: leyes, decretos, resoluciones, edictos,...

    • Escritos de comunicación, Administración-administrados y al revés, oficios, certificados, circulares, instancias, declaraciones,...

    • Escritos relacionados con la administración de la justicia, sentencias, demandas, recursos,...

    • Libros científicos relacionados con el ordenamiento jurídico.

  4. Elementos de la comunicación
    • Emisor: La autoridad.

    • Receptor: El ciudadano, subordinado e ignorante de las leyes y del código lingüístico.

    • Mensaje: Busca la objetividad y la precisión. No siempre se consigue.

    • Contexto: Marcado por la solemnidad.

    • Canal: Escrito.

    • Código: Lengua culta con peculiaridades.

  5. Función dominante
    La representativa o referencial. También en los escritos propiamente jurídicos puede aparecer la apelativa.

2.- CARACTERÍSTICAS DEL CÓDIGO
Características léxico-semánticas
  1. Conservadurismo
    Apego a usos del pasado, escasa renovación y lenta evolución.
    • Léxico conservador: tecnicismos muy antiguos, muchos de ellos procedentes del latín: delito, pena, delincuente (influencia del Derecho Romano).

    • Latinismos y construcciones latinas: sine, die, in situ, de iure, nasciturus, sub iudice,... También aforismos o máximas latinas: in dubio, pro reo, Dura lex, sed lex,...

    • Fórmulas fraseológicas y léxicas: responden al caracter formulario y ritual de este tipo de lenguaje. Ejemplos: Gracias que..., Tiene el honor de exponer.., Lo pronuncio, mando y firmo...

    • Uso de arcaísmos: débito (deuda), librar (expedir)...

    • Estructura rígida de los escritos: Resulta monótona, pero facilita el uso y la búsqueda de datos.

  2. Objetividad y precisión
    Uso de un léxico denotativo y unívoco que evita las ambigüedades. Abundancia de incisos y aclaraciones.

  3. Utilización de apelativos de función (apelante, litigante, demandante...) y de colocación (el abajo firmante, el infraescrito,...).

  4. Tratamientos de cortesía y de respeto

  5. Uso de enumeraciones para recoger toda la casuística y posibilidades diversas de las leyes.
    Ejemplos: Casas, pajares, cocheras, albergues, etc...

Características morfosintácticas
  1. Abundancia de nombres abstractos, debido al carácter generalizados de la ley. Por este mismo motivo también aparece el artículo con valor generalizador.

  2. Escasez de adjetivos, los más frecuentes, los especificativos.

  3. Uso del verbo:
    • Indicativo: presente atemporal o gnómico, futuro imperfecto (para la expresión de mandato: "no matarás").

    • Subjuntivo: muy abundante por haber mucha subordinación. Incluso se usan tiempos en desuso como los futuros imperfecto y perfecto (cantare, hubiere cantado).

    • Formas no personales del verbo: empleo abundantísimo en todo tipo de construcciones (perífrasis, construcciones absolutas,...)

  4. La oración
    • Modalidades: dominan las enunciativas. También, en el lenguaje jurídico, las imperativas.

    • Escasez de oraciones simples. Mucha subordinación.

    • Presencia de oraciones pasivas sin agente, para dar mayor impersonalidad.

    • Oraciones impersonales y pasivas reflejas.

    • Dos construcciones sintácticas muy frecuentes en este tipo de lenguaje: el predicativo y el suplemento.

3.- ALGUNOS ERRORES DEL LENGUAJE ADMINISTRATIVO
La moderna concepción de la Administración como servicio público ha obligado al Estado a reformar su lenguaje para dotarlo de mayor sencillez y claridad. Así, se han publicado observaciones y directrices para combatir los errores más frecuentes, que dificultan la comprensión de los textos. De entre los errores más frecuentes, destacamos:
  • Excesiva longitud de las oraciones.

  • Puntuación incorrecta.

  • Mal empleo del gerundio (de posterioridad; uso en frases nominales: "sobre conteniendo").

  • Uso indebido del cuyo (se le despoja de su valor posesivo).

  • En general, falta de comunicación: al buscar la concisión, se llega a la prolijidad, y persiguiendo la claridad, se incurre en la oscuridad.

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